2012 06 25 DESDE RUSIA CON AMOR

Así de grande fue el grito que dí al llegar a San Petersburgo, Rusia el 25 de junio de 2012, después de una gran odisea para realizar este viaje.  De esta forma, como lo había prometido agradecí a Dios este maravilloso viaje.

Partimos de Bucaramanga el 23 de junio de 2012 en el vuelo de Avianca a las 6.15 de la tarde, vuelo que salió puntual, tripulado por una mujer, lo que puso un poco nervioso a mi hijo. Las maletas fueron aforadas directamente hacia San Petersburgo, lo que nos despreocupó del asunto.  En el Dorado esperamos hasta las 9 y pico hora en que partimos hacia Frankfurt.  Viaje excelente, buena comida y amabilidad.  Vuelo suave y con un incidente que no supimos sino hasta después, a una señora le dió apendicitis y la operaron en este avion.  Parece que todo salió bien y pese a mi pánico en los aviones, estuve relajada gracias al Arcangel Miguel  y sus ayudantes.  La llama violeta siempre estuvo con nosotros.  Esto, el mareol y unos vinitos me mantuvieron relajada.

Llegamos a Frankfurt a las dos de la tarde, nos sentamos a esperar hasta las 6.48 hora de nuestro vuelo a San Petersburgo.  Mientras esperábamos, dimos vueltas por el aeropuerto y sentimos la obligación de degustar una rica salchicha alemana.  Los precios elevadísimos, pero bueno, tocaba.

Y luego si, llegamos a San Petersburgo, nos estaba esperando el conductor de una vans y nos llevó al hotel Sokos Vasyllesky.  Llegamos más o menos a las 00.30 hora local. Hicimos check in y a dormir.

A la llegada al hotel

En la habitación

Nos levantamos hacia las 7 a.m. nos alistamos y bajamos al desayuno buffet, con gran variedad de frutas, verduras, pescado, huevos al gusto, jugos, cereal, en fin todo rico.  Ah  y cafecito. 

Primer Desayuno

Catedral de San Isaac, una de las más grandes del mundo

A las 9 a.m. llegó la guia Vera, una rusa muy querida.  Iniciamos la visita panorámica con los demás miembros del grupo: dos chicas españolas, otras dos colombianas de Bogotá, una pareja de españa y una familia mexicana con dos hijas y un hijo.  El paseo fue delicioso y como todo es tan rápido pues luego es que uno se sacude y dice huy, cuánto vimos.  Visitamos las principales calles, la Iglesia de San Isaac, el monumento a Alejandro, a la iglesia de la Trinidad o San Salvador sobre la Sangre Derramada.  Mi favorita.  Muy bella con sus cúpulas multicolores.  Luego fuimos a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo con su catedral donde están sepultados los Zares rusos. Luego el almuerzo en un restaurante local, oscuro, pero bien servido, ensalada rusa, si la rusa nuestra es igual, sopita de verduras, plato fuerte de gulash y polenta.  Postre de creps y tinto o te.  También una cerveza, que para mi fueron dos, la de mi hijo y la mia.

En la tarde libre, salimos a caminar y nos perdimos, bueno es un decir, lo que pasa es que queriamos ir  a los almacenes de compras, pero caminamos y caminamos y llegamos fue a la universidad.  Salimos a la avenida y entonces decidimos dar una vuelta por el Palacio de invierno, cruzamos el puente, vimos los monumentos de Pedro I  y volvimos a la iglesia de San Isaac pero no pudimos entrar porque no teníamos rublos, no reciben dólares. Regresamos al hotel caminando, un paseo delicioso.  Cenamos, también buffet, finalizamos con tintico y bizcocho.  Todo rico.  

En el hotel hay wi fi gratis que aprovechamos para enviar mensajitos a casa y subir fotos a facebook. Fin de nuestro primer día con balance elevado de felicidad.